El estado de salud del corazón es un tema muy importante y delicado. Existen una variedad de enfermedades que pueden afectar dicho órgano, y es por ello que las personas deben hacerse revisiones de salud de forma periódica. Una de las enfermedades que puede ser detectada mediante chequeos, es la hipertensión arterial pulmonar. Esta condición, en sus comienzos, es asintomática, por lo que una detección temprana aumentaría las posibilidades de controlarla.
¿Qué es la Hipertensión Arterial Pulmonar?
La hipertensión arterial pulmonar es una condición en la que las arterias de los pulmones que dirigen sangre al corazón se encuentran obstruidas, esto produce un aumento de la presión arterial y ocasiona un esfuerzo excesivo del corazón por bombear la sangre.
La presión arterial es, como su nombre lo indica, la presión que tiene la sangre contra las paredes de las arterias. Esta depende de los latidos del corazón: si late rápido, la presión arterial es alta; si late lento, baja.
El esfuerzo excesivo del corazón por bombear la sangre puede ocasionar dolor en el pecho y daños en el órgano. Si el paciente no busca asistencia médica, es posible que el corazón sufra de un paro cardíaco o infarto.
¿Cuáles son las causas de la Hipertensión Arterial Pulmonar?
Las causas de la hipertensión arterial pulmonar son varias. La más común es el avance de la edad: las personas mayores de cincuenta años suelen desarrollar esta condición. Esto ocurre debido al deterioro físico del individuo. Otras causas de la hipertensión arterial pulmonar son:
Problemas Cardíacos
El corazón puede sufrir de una variedad de enfermedades. Estas pueden ocasionar un maltrato en las arterias o en los músculos del corazón, derivando en problemas de hipertensión arterial pulmonar. Estas afecciones pueden ser: daños o mal funcionamiento de las arterias del corazón, problemas en la aorta, insuficiencia cardíaca o enfermedades congénitas del corazón.
Problemas Pulmonares
Los pulmones pueden padecer de enfermedades que ocasionan daños en las arterias. Cuando estas están lesionadas u obstruidas, no envían la cantidad suficiente de sangre al corazón, por tanto, tampoco recibe oxígeno. Las afecciones en los pulmones que pueden ocasionar hipertensión arterial pulmonar son: fibrosis pulmonar, coágulos de sangre en las arterias de los pulmones y la falta de oxígeno de forma constante. Este última suele presentarse en personas que viven en zonas altas, debido a la falta de oxígeno en el área.
Otras Causas
Otras causas que pueden ocasionar hipertensión arterial pulmonar son: enfermedades que afecten el sistema inmunológico, como el Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), o el consumo de ciertas medicinas que disminuyen la capacidad de oxigenación del cuerpo.
En muy pocas ocasiones la hipertensión arterial pulmonar no tiene una causa aparente, a esta condición se le llama hipertensión arterial pulmonar idiopática. Se denomina así cuando ninguna de las afecciones anteriores son la causa de la hipertensión pulmonar.
¿Cuáles son los síntomas la Hipertensión Arterial Pulmonar?
Cuando las personas llegan a la edad de cincuenta años, deben hacerse revisiones de salud para determinar cualquier afección cardíaca que esté padeciendo. Además, deben estar atentas a cualquiera de estos síntomas:
- Fatiga y agotamiento repentino sin hacer ningún tipo de actividad física.
- Dificultad para respirar. Cuando la condición se está desarrollando, la persona puede padecerla en el proceso de alguna actividad física. En un estado avanzado, el individuo puede tener dificultad para respirar en cualquier momento, incluso en tiempo de descanso.
- Mareos y náuseas.
- Casos constantes de síncope o desmayos.
- Alteración y aumento de la frecuencia cardíaca.
- Molestias, presión o dolor en la zona del pecho.
¿Cómo se diagnostica la Hipertensión Arterial Pulmonar?
El médico realizará una serie de pruebas físicas al paciente para determinar la afección. Algunas de ellas incluyen:
- Realización de actividad física para determinar la capacidad de respiración del paciente.
- El doctor escuchará los latidos del corazón del paciente, para determinar si existe alguna irregularidad.
Otros métodos para determinar la enfermedad incluyen la aplicación de ecocardiograma, el cual determina, mediante ultrasonido, el estado en vivo del corazón. Electrocardiogramas, que determinan la actividad eléctrica del corazón. Dispositivos Holter, los cuales se colocan en el paciente durante veinticuatro horas para hacer un monitoreo de la actividad del corazón. Radiografía de tórax y exámenes de sangre, estos últimos determinarán si existe algún nivel de proteínas y hormonas alterado en la sangre.
¿Cómo se trata la Hipertensión Arterial Pulmonar?
La hipertensión arterial pulmonar no tiene cura, pero se puede controlar con medicamentos. Lo principal es determinar dónde está el causante de la afección y tratarlo. Si la afección inicia por problemas cardíacos, se determinará qué enfermedad la está causando y esta será tratada. Si la afección está siendo originada por enfermedades en los pulmones, igualmente se determinará el origen y este será tratado. Una vez que se haya eliminado la afección original, los síntomas de la hipertensión arterial pulmonar deberían mejorar.
En otros casos, el médico puede recetar el consumo de una serie de medicamentos que permitan la oxigenación. Adicionalmente, el paciente debe cambiar ciertos hábitos en su estilo de vida y disminuir la actividad física. Esto reducirá los dolores y el agotamiento constante. El doctor asignará un cambio en la dieta del paciente para ayudarlo a comer sanamente.
La hipertensión arterial pulmonar es una condición que causa molestias y dificultades para quien la padece. Al principio puede ser asintomática, lo que la vuelve peligrosa para el paciente, esto debido a que si no se detecta a enfermedad, y esta llega a un estado avanzado, es difícil de tratar. Aunque no es imposible de curar, lo ideal es que si padeces alguno de los síntomas que se mencionaron anteriormente, busques asistencia médica inmediata.
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