En más del 90% de los pacientes no es evidente la causa de la hipertensión. Es posible que la hipertensión arterial sistémica no tenga causas identificables. También puede ser que exista una enfermedad subyacente que conduzca a un aumento de la presión sanguínea. En cualquier caso, siempre habrá un tratamiento adecuado para tratarla.
¿Qué es la Hipertensión Arterial Sistémica?
La hipertensión arterial sistémica, también llamada hipertensión, es una condición muy común que ocurre cuando la presión en las arterias es demasiado alta.
El valor superior (valor sistólico) está permanentemente por encima de 140 mmHg y el valor más bajo (valor diastólico) por encima de 90 mmHg.
¿Cuáles son las causas de la Hipertensión Arterial Sistémica?
Las causas de la hipertensión arterial son los trastornos del sistema endocrino del sistema cardiovascular y el daño renal. A menudo durante el embarazo la presión arterial aumenta considerablemente. Además de las causas mencionadas, es importante considerar ciertos factores de riesgo que pueden propiciar la hipertensión o agravarla. Estos son:
- Factores genéticos
- Cigarrillo
- Obesidad
- Sedentarismo
- Estrés
- Alta ingesta de sal
- Alto consumo de alcohol
¿Cuáles son los síntomas de la Hipertensión Arterial Sistémica?
Por lo general, la hipertensión se desarrolla de manera asintomática y, con frecuencia, solo causa molestias poco peligrosas como:
- Dolor de cabeza (especialmente al despertar en las mañanas)
- Mareo
- Hemorragia nasal
- Fatiga
- Insomnio
En la etapa avanzada de la presión arterial, los siguientes síntomas se pueden agregar a los anteriores:
- Disnea
- Angina de pecho
- Palpitaciones
- Náusea
- Visión perturbada
- Nerviosismo
- Ansiedad
- Diaforesis
- Exceso de sed
¿Cómo se diagnostica la Hipertensión Arterial Sistémica?
El diagnóstico de hipertensión se realiza a través de la medición de la presión sanguínea repetida en ambos brazos del paciente, teniendo en cuenta los valores límites dados por la OMS (un valor superior a 140 mmHg para la presión arterial sistólica y un valor de 90 mmHg para la diastólica). Sin embargo, una medición sobre estos valores no justifica un diagnóstico definitivo de hipertensión.
La medición de la presión arterial se confirma únicamente cuando en tres mediciones a diferentes horas del día, en 3 días distintos, se observan valores aumentados sobre el estándar establecido anteriormente.
Cada medición de la presión arterial debe realizarse en reposo, es decir, después de 3-5 minutos de haberse sentado el paciente. Además, debe asegurarse de que ambos brazos se coloquen a la altura del corazón.
El programa básico de diagnóstico de hipertensión también comprende:
- Historial médico (síntomas generales, medicación, nicotina, café, alcohol, drogas).
- Antecedentes familiares (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular).
- Estudios del corazón, arteria carótida, entre otros.
- Oftalmoscopia.
- Pruebas de laboratorio.
- Estado de la orina.
- Electrolitos séricos.
- Aclaramiento de creatinina
- Detección de factores de riesgo cardiovascular (por ejemplo Colesterol o azúcar en la sangre).
- Ecocardiografía.
¿Cuáles son los tratamientos para la Hipertensión Arterial Sistémica?
El objetivo del tratamiento es una reducción máxima del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Además de la terapia de presión arterial, todos los factores de riesgo mencionados previamente deben identificarse y comprobarse. El cambio en el estilo de vida de los individuos hipertensos es una terapia importante y efectiva que debe realizarse con prontitud. Mantener un buen estilo de vida es necesario para complementar el tratamiento farmacológico.
Las medidas que han demostrado reducir la presión arterial y el riesgo cardiovascular son:
Cesación del tabaquismo
La cesación del tabaquismo no causa una reducción directa de la presión arterial, pero se cree que es la medida más importante para reducir el riesgo de complicaciones.
Cesación del consumo de alcohol
El consumo de alcohol y el aumento de la presión arterial son proporcionales. El alcohol también reduce la efectividad de la terapia con medicamentos.
Reducción de la obesidad
La reducción de peso puede reducir significativamente la presión arterial (5-20 mmHg por cada 10 kg)
Actividad física
La actividad física regular disminuye la presión arterial entre 4 y 9 mmHg, incluso a baja intensidad. El mejor efecto se logra haciendo ejercicio por lo menos 30 minutos varias veces a la semana.
Reducción del consumo de solución salina
El consumo excesivo de solución salina puede contribuir a la aparición o aumento de la hipertensión. Reducir la ingesta diaria a menos de seis gramos puede disminuir la presión arterial hasta en 8 mmHg.
Dieta balanceada
El cuerpo necesita suficiente potasio para prevenir y contrarrestar la hipertensión. Por lo tanto, reducir la ingesta diaria de sal y aumentar la ingesta de potasio es una forma relativamente fácil de hacer algo por tu salud. Se recomienda que comas más frutas y verduras para consumir más potasio.
Un estudio experimental sobre la exposición al sol dio como resultado una mayor liberación de óxido nítrico en la piel y una reducción considerable de la presión sanguínea. Es por ello que tomar un poco del sol durante el amanecer o atardecer, es perfecto para tu salud.
En cuanto a la medicación para la hipertensión arterial sistémica, la selección de un fármaco u otro depende de la edad y las condiciones de la persona afectada. Así mismo, durante el embarazo, algunos medicamentos no están aprobados y pueden dañar al feto.
Si le interesa realizarse un diagnóstico preventivo para determinar si sufre de hipertensión arterial sistémica lo invitamos a ponerse en contacto con el Dr. Josué Silva, Cardiólogo en San Luis Potosí, quien se especializa en el diagnóstico y tratamiento de éste padecimiento. Puede enviarnos un mensaje a través del formulario de contacto ubicado a lado derecho de ésta página.
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